La terapia no es solo para "casos graves". Es también para prevenir, entendernos, crecer y vivir con más consciencia. Es un espacio donde puedes hablar de lo que realmente sientes, sin máscaras, sin filtros y sin miedo al juicio. Es el lugar donde comienzas a comprender tu historia, a transformar creencias y a construir nuevas formas de habitar tu vida. Ir a terapia es una decisión valiente, no porque estés roto, sino porque estás listo para sanar.”

